Luego de años en caída, el sector ganadero busca revertir la tendencia y apuesta por un crecimiento que comenzará a reflejarse en su totalidad dentro de cuatro o cinco años. Para ello, los productores reclaman una financiación que contemple los plazos que requiere la retención de vientres, un proceso por el cual se consiguen animales más pesados para exportar y abastecer al mercado interno.